San Pablo.
Lienzo. 99 x 78 cm. Barcelona. Museu d'Art de Catalunya. Palacio Nacional, Montjuïc. (Propiedad del Excmo. Ayuntamiento de Barcelona)
PROCEDENCIA: Colección Leopoldo Gil, Barcelona. Museu d'Art de Catalunya.
BIBLIOGRAFÍA Mayer 18, Pantorba 10, Lopez Rey 34, Bardi 10, Gudiol 27.
Publicado por Mayer, como obra de Velázquez, en 1921 (Zeitschrif fur bildende Kunst), entonces propiedad de don Leopoldo Gil, de Barcelona, fue depositado en 1922, con otras obras de la misma colección, en el Museo de Arte de Cataluña, que a fines de 1944 lo compro a la viuda de dicho coleccionista.
Publicado por Mayer, como obra de Velázquez, en 1921 (Zeitschrif fur bildende Kunst), entonces propiedad de don Leopoldo Gil, de Barcelona, fue depositado en 1922, con otras obras de la misma colección, en el Museo de Arte de Cataluña, que a fines de 1944 lo compro a la viuda de dicho coleccionista.
Se cree que formó parte de un Apostolado o colección de doce cuadros con sendas imágenes de los doce apóstoles (más, como sucede en los de El Greco, la del Salvador bendiciendo) a la que pertenecería también el Santo Tomás del Museo de Orleans. A este respecto, cabe recordar que don Antonio Ponz en su Viaje de España (VIII, 1ª edición 1778, carta VI, pág. 24 y ss.) se refiere a la Cartuja de Nuestra Señora de las Cuevas y en "una pieza más afuera" del oratorio de la celda prioral alta (pag. 33) vio, además de una pintura del "Salvador" de medio cuerpo, de Murillo, "varias que representan apóstoles, que, si son de Velázquez, como allí quieren, puede ser que las hiciera en sus principios".
Ese "Salvador" (que puede ser uno de los numerosos de Murillo o atribuidos, que cataloga, nºs 1694 y 1707, en su Murillo, II, págs. 461-62, Madrid, 1981, don Diego Angulo Íñiguez), pudo ser encargado a Bartolomé Esteban para "completar" el Apostolado de Velázquez. Pantorba recuerda que en un inventario del convento de San Hermenegildo, de Madrid, realizado en 1786, aparecen "De Velázquez, Don Diego: dos cuadros de 3 palmos de alto y más de 2 de ancho, representa cada uno un apóstol" que pudieran ser los citados San Pablo y Santo Tomás.
Quizás pertenecieran al mismo Apostolado varias cabezas o bustos de santos a que se refiere, sin afirmar su autenticidad, Camón Aznar (1964, I, págs. 223 y ss.), de los recogidos por Mayer y Longhi, y que también cita Pantorba (1955, pág. 68). Este autor da la fecha de 1619 para este lienzo.
Otros autores la retrasan ligeramente. Gudiol propone 1620-22, indicando que será de la misma serie que una Cabeza de apóstol (fragmento de una media figura) de la colección condesa de Saltes, de muy buena calidad, que también Camón recoge (pág. 226).
El San Pablo se llama así por la inscripción "S. PAVLVS" que figura en la esquina superior izquierda de la tela, aunque puede ser posterior al cuadro y no corresponde (Gallego, 1974, pág. 140), a la iconografía tradicional del Apóstol de los Gentiles, con barba negra y puntiaguda, calva rodeada de escasos cabellos negros, y la espada de su martirio como atributo. Este vigoroso anciano lleva una barba entrecana en abanico y cabello abundante y negro, con algo de blanco en la sien. Va envuelto en un recio manto verdoso, que apenas deja aparecer en la túnica roja. Está sentado en un plinto o escalón que se confunde con el fondo. Sostiene con su mano izquierda un libro in folio que puede referirse a sus Epístolas.
La leve aureola que rodea su cráneo le acredita como santo, pues, sin ella, pudiera ser un filósofo, aunque sin el talante satírico que suele enfocar las imágenes de este tipo en Ribera y Velázquez.
Camón señala su cercanía técnica a La Adoración de los Magos del Museo del Prado. Es un cuadro casi escultórico, bien modelado, con un colorido terroso, del que Velázquez tardará en liberarse, excelente ejemplar de la época juvenil, caravagesca, del pintor.
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